Hoy domingo tuve una experiencia que me motivo a escribir acerca de la represiòn en lo niños. Mientras daba mi clases en la escuela dominical de mi iglesia Centro Cristiano Embajadores del Rey, a niños de 2 a 4 años, me encontre un caso que me conmovio y me intrigò un poco, una niña que en toda la clase mientras le cantamos a Dios, jugamos, leimos, coompartimos no se moviò de su silla de mesita, tenìa una mirada medio perdida y de tristeza, en las veces que pude acercarmele para tratar de que me dijera algo, solo pudo decirme su nombre, de resto no saliò una palabra mas, no me miraba a los ojos y cuando trataba de que lo hiciera se le llenaban de lagrimas.
Esto me llevò a pensar que habìa pasado algo en su familia, a veces por cualquier razon y mas cuando aun falta conocimiento de la palabra de Dios y que Dios trate la vida de una persona, se encuentran casos como estos, en que los padres reprimen a sus hijos llevandolos a un estado de tristeza, distracciòn, antipatia entre otros factores que desestabilizan la vida del niño.
Los tipos de represiones pueden ser: El abandono fìsico y de atenciòn, golpes fìsicos o verbales, tratos indiferentes, golpes, discuciones, abusos sexuales.
Todos estos tipos de maltratos han existido a travèz de la historia desde los años 1800. Hasta nuestra actualidad, aùn en mayor escala y casos, vemos la represiòn de los niños, ya que no solo se hacen estos maltratos sino que tambièn los obligan a no decirle a nadie, los amenazan, creando en el niño esa represiòn, ira, dolor, cosas que un niño "no deberìa vivir" màs es muy comùn en nuestra actualidad, sobre todo en familias de recursos bajos, cuyas personas no han tenìdo la suficiente educaciòn para saber de las graves consecuencias que esto causa en sus hijos.
Debo incluìr que cada castigo realizado porque llorò cuando querìa algo, o porque se querìa salir con "la suya" o por rebeldìa, o simplemente para llamar la atenciòn, el pensar que al golpearlo hasta que diga ¡No papi, no lo harè mas! serìa suficiente para hacer que el niño no vuelva a repetir estas reacciones ¡Es un grave error! puès todo esto afecta la confianza del niño, su valor, su respeto por sì mismo, le afecta sus areas de desarrollo, lo reprime de ser libre, expresar sus emociones, le roba la ecencia al niño, esa ecencia alegre y pura que todo niño hace y que por su inocencia se culpan por no saber lo que al padre le molesta trayendo al castigo.
En este artìculo, mi intenciòn a parte de hacer entrar en razòn, es dar soluciones a la represiòn y algunas son:
* El escuchar a tu hijo, sus necesidades, el porque llora o grita, que exprese el sentimiento que experimenta en ese momento.
*Mientras lo escuches, no intervengas con palabras hasta que el se exprese completamente, poniendote a su altura (agacharte hazta verlo a los ojos), no es bueno ni efectivo hablar o escuchar de lejos o sin mirarse mutuamente a los ojos.
*Darle credibilidad e importancia a sus sentimientos, sin cuestionarles o juzgarles.
*Estableces respeto, orden y obediencia de una forma en que el niño en su lenguaje pueda entender y estar motivado a hacerlo sin necesidad de herirlo o lastimar su integridad. Una estrategia puede ser que al cumplir las reglas y la comunicaciòn entre padres e hijos reciba una recompenzan bien sea fìsica o afectiva, ambas gratifican y motivan a los niños.
La mejor satisfacciòn es ver a un niño felìz, capàz y respetado y todo depende de tu esfuerzo y amor por tu hijo.
Esto me llevò a pensar que habìa pasado algo en su familia, a veces por cualquier razon y mas cuando aun falta conocimiento de la palabra de Dios y que Dios trate la vida de una persona, se encuentran casos como estos, en que los padres reprimen a sus hijos llevandolos a un estado de tristeza, distracciòn, antipatia entre otros factores que desestabilizan la vida del niño.
Los tipos de represiones pueden ser: El abandono fìsico y de atenciòn, golpes fìsicos o verbales, tratos indiferentes, golpes, discuciones, abusos sexuales.
Todos estos tipos de maltratos han existido a travèz de la historia desde los años 1800. Hasta nuestra actualidad, aùn en mayor escala y casos, vemos la represiòn de los niños, ya que no solo se hacen estos maltratos sino que tambièn los obligan a no decirle a nadie, los amenazan, creando en el niño esa represiòn, ira, dolor, cosas que un niño "no deberìa vivir" màs es muy comùn en nuestra actualidad, sobre todo en familias de recursos bajos, cuyas personas no han tenìdo la suficiente educaciòn para saber de las graves consecuencias que esto causa en sus hijos.
Debo incluìr que cada castigo realizado porque llorò cuando querìa algo, o porque se querìa salir con "la suya" o por rebeldìa, o simplemente para llamar la atenciòn, el pensar que al golpearlo hasta que diga ¡No papi, no lo harè mas! serìa suficiente para hacer que el niño no vuelva a repetir estas reacciones ¡Es un grave error! puès todo esto afecta la confianza del niño, su valor, su respeto por sì mismo, le afecta sus areas de desarrollo, lo reprime de ser libre, expresar sus emociones, le roba la ecencia al niño, esa ecencia alegre y pura que todo niño hace y que por su inocencia se culpan por no saber lo que al padre le molesta trayendo al castigo.
En este artìculo, mi intenciòn a parte de hacer entrar en razòn, es dar soluciones a la represiòn y algunas son:
* El escuchar a tu hijo, sus necesidades, el porque llora o grita, que exprese el sentimiento que experimenta en ese momento.
*Mientras lo escuches, no intervengas con palabras hasta que el se exprese completamente, poniendote a su altura (agacharte hazta verlo a los ojos), no es bueno ni efectivo hablar o escuchar de lejos o sin mirarse mutuamente a los ojos.
*Darle credibilidad e importancia a sus sentimientos, sin cuestionarles o juzgarles.
*Estableces respeto, orden y obediencia de una forma en que el niño en su lenguaje pueda entender y estar motivado a hacerlo sin necesidad de herirlo o lastimar su integridad. Una estrategia puede ser que al cumplir las reglas y la comunicaciòn entre padres e hijos reciba una recompenzan bien sea fìsica o afectiva, ambas gratifican y motivan a los niños.
La mejor satisfacciòn es ver a un niño felìz, capàz y respetado y todo depende de tu esfuerzo y amor por tu hijo.
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